El yoga habla de santosha, el contento.
Yo, como yoguini contenta, quiero hablar del siguiente paso: maravillarse.
Maravillarse es un estado en el cual el pensamiento y la emoción oscilan entre el agradecimiento, la sorpresa, la curiosidad y la exaltación.
Este es el estado que más salud y felicidad puede traer, desde mi experiencia.
Este estado es lo contrario de la queja, la abulia, el desinterés y la preocupación.
A nivel bioquímico maravillarse aporta un baño interior de placer y bienestar, una confianza estable en que lo mejor está ocurriendo, y lo que está por venir es aún mejor.
Escuché hablar de un estudio en el que demostraron que las personas que tienen una orientación positiva hacia el futuro, en el cual ven grandes planes y posibilidades, son más longevas y saludables. Natural ¿quién no anhela llegar al día de mañana si lo esperamos lleno de sorpresas y regalos?
Así que la postura que propongo para hoy es maravillasana.
Me gustaría guiarte...
Inhala profundo. Sin prisa, ni violencia. Dejando que el diafragma acaricie los órganos abdominales, y que las costillas den espacio a tu corazón, cálido y lleno de amor.
Exhala muy despacio, sintiendo la caricia del aire en las fosas nasales, expulsando cualquier tensión, pena o miedo.
Inhala de nuevo, aún más despacio, despertando a lo desconocido, a lo invisible. Afina tu sensibilidad, y siente esa sútil y poderosa fuerza que lo anima todo: la inteligencia infinita de la vida.
Exhala lentamente, y abandona cualquier necesidad de controlar o conocer el siguiente paso que dará esta inteligencia.
Marávillate ante la sencillez y la comodidad que existen en el presente, sin ahondar en su sentido, sientiendo tu paz y presencia.
Ahora, valora la posibilidad de sorprenderte ante la magia de tu respiración, tan perfecta y generosa.
Date la oportunidad de sorprenderte de estar aquí, experimentando la vida.
Escucha....
Para acabar pregunta.... ¿Qué haría falta para maravillarme cada día aún más y vivir en la magia de cada minuto?
Escucha de nuevo....
Ahora, sigue tu día cargado de la información y comunicación que has establecido hoy con el campo de la maravilla y la magia.
Qué alegría haber compartido contigo este momento, sin pensar ni planear, sólo compartiendo.