Las posturas de yoga son una pequeña cárcel que decides imponerte de
forma voluntaria. Con cada una de ellas, aprendes a respirar y vivir en
paz situaciones de encarcelamiento. De esta forma, cuando en tu vida
diaria llegan las dificultades, las situaciones desagradables o
inesperadas, has aprendido a no rechazarlas. El yoga te sirve para
entrenarte a vivir en paz y en aceptación. Todos somos yoguis. Todos
somos seres espirituales con cuerpo, mente y alma. El yogui es una
persona que trata de que haya unión. La mente se calma, el cuerpo se
queda tranquilo, y el alma puede decidir.
Pau Castellsagué, en entrevista concedida a El País, en este enlace puedes hacer una lectura completa.
(Foto Wari Castellsagué)