Entre que respiro y suspiro se me pasan los días. En estos
recientes he enfrentado nuevos retos. Aunque sé que cada día es así. Pero hay
días que son asá. Y los retos crecen hasta el tamaño de King Kong.
Me gusta
pensar que si soy dulce King Kong acabará enamorándose de mi, y será mi fuerza
y no mi temor.
Los retos relacionados con las enfermedades de los seres
queridos (y las propias, claro), son para mi el máximo nivel del ejercicio
espiritual. El nivel en el que más preguntas me surgen siempre. Existenciales,
claro.
Los que somos papás en el día a día aprendemos que la mejor
manera de que nuestros hijos nos ayuden y se adapten al lenguaje de la familia
(mientras haga falta) es convertirlo todo en un juego. Ayudar a tender la ropa
no es el máximo deseo siempre. Pero cada prenda tiene su color, y cada color
existe en la naturaleza. Y ya estamos jugando. Así todos lo pasamos bien.
Se me ocurre que también podríamos hacer un juego cuando
surgen los retos. Seguro que se pueden hacer muchos. A mi se me ocurrió uno
basado en las posturas de yoga. Cada vez que surja un reto, en forma de
situación o persona, imaginar que es una postura de yoga y visualizar cómo la
resolvería.
Entonces me di cuenta de que para mi cuidar de mi padre enfermo es
como hacer el Guerrero I (Virabhadrasana I) ; sostener las caderas alineadas, la
mirada firme, los pies anclados, el corazón sereno, la respiración estable. Son
muchas cosas ¡pero se puede hacer!
Y así me di cuenta de que mi relación con mi madre es para
mi una apertura de corazón, la postura del arco (Dhanurasana) ; abre el corazón
pero te obliga a balancearte para adaptarte y comunicarte y requiere de comprensión. Y finalmente es algo suave y liberador.
La princesa Uma, con sus 3 añísimos, es cada día la
combinación de la meditación más profunda con la media luna (Ardha chandrasana) y
cualquiera de sus variantes; para crear belleza es fundamental el alineamiento
y la honestidad.
Y también juego con mi Amor, guerrero y meditador a mi lado, que es
como el embrión (Balasana); un hogar y
un refugio.
¡El juego da para mucho! Espero que lo disfrutéis.
Vosotros sois para mi como el Saludo al sol (Surya namaskar). Cada uno tenéis
una forma y me ayudáis a abrirme en todas las direcciones.
* Foto: Diana Naya en Ardha Chandrasana by Diego Domínguez/iconik.es