domingo, 22 de diciembre de 2013

Resumiendo y alargando, para que de un poco de sueño pero no mucho: yoga restaurativo y relajación

     Me encanta estrenar. Aunque también soy amante de las cosas de segunda mano y con vida previa a la mía. Quizás ésta sea la metáfora fundamental de mi vida. 

Pasamos los minutos y las horas estrenando nuestra propia vida, cada instante está nuevo y reluciente. Y a la vez, el transitar de cada ser humano de alguna manera se hace por caminos que ya existen. Emociones, estados, ideas que son comunes y repetidos en el tiempo forman nuestra experiencia cotidiana.

Así pues, todos somos originales, y todos creamos algo nuevo, permanentemente. Y por otro lado somos partículas de polvo surgiendo y posándonos siempre en los mismos lugares. La tierra, el cielo, el agua, el fuego...
Tan elemental como todo esto es el sueño en el ser humano. Aún a fecha de hoy los neurocientíficos están estudiando las verdaderas funciones del sueño, al cual le dedicamos una tercera parte de nuestra vida. Lo que parece claro es que este fenómeno fisiológico, mantenido a través de los tiempos, cumple una función esencial en nuestra vida, si no ya habría sido borrado por la evolución.

      No todos los seres vivos tienen el mismo patrón de sueño. Nosotros, los seres humanos, hemos desarrollado un tipo de sueño característico. Nuestros ciclos de sueño son de 90 minutos, y las investigaciones demuestran que el máximo de salud y longevidad lo encontramos en los adultos que duermen 8,2 horas diarias, en un período nocturno.

Resumiendo muy mucho... El proceso del sueño está regulado por tres factores. Todos tienen la misma importancia. El proceso homeostático (las horas que llevamos sin dormir hacen una presión que se denomina presión homeostática en el sueño), el ritmo circadiano (el cuerpo se termoregula en función de su reloj biológico, y marca las horas más apropiadas para el sueño y la vigilia) y los factores de activación (la fisiología de la relajación).

      En el primer taller que hemos dedicado a este tema el pasado Domingo 15 pudimos repasar, brevemente, cuáles son los factores fundamentales de activación cerebral. En este marco, consideraremos la relajación como un proceso fisiológico innato e integrado que se despliega en el cuerpo cuando las condiciones son adecuadas.
Así pues, nuestra estrategia para dominar la relajación y el sueño, es renunciar a nuestro dominio y crear condiciones ideales para que la fisología trabaje a nuestro favor. 
Nuestro objetivo es inhibir la activación cerebral y permitir la activación de los centros nerviosos que regulan la relajación.

      Dejo aquí un breve resumen/recordatorio para los que vinistéis al taller. Creo que también puede ser útil aunque menos exhaustivo para los que no pudisteis asistir. Intentaremos seguir profundizando en el futuro. 

Algunos factores físicos para promover la relajación fisiológica: calidez, confort, quietud, relajación muscular (o estiramiento suave), posición tumbada (o invertida), silencio, oscuridad, exhalación prolongada, compresión de la zona de los ojos y cabeza, tiempo de mantenimiento de la postura (con todos estos elementos mantenidos en el tiempo observamos cómo se despliega el estado de relajación).

A nivel mental/emocional los cuatro grandes obstáculos, que activan respuestas de peligro y alerta, son el estrés, la preocupación, el miedo y el enfado. Cuando estas emociones están presentes interrumpimos el proceso de relajación activando la amigdala cerebral. Para desactivarla promoveremos las siguientes emociones/pensamientos: darnos permiso para relajarnos (activa la termoregulación del cuerpo), sentirnos seguros (desactiva el sistema nervioso simpático), detener la cháchara interna (posponer las preocupaciones) y adoptar una actitud pasiva (la relajación surge, no se fuerza, es necesaria la paciencia).

Podemos aplicar estos principios en una práctica de yoga restaurativo o en cualquier experiencia restaurativa que podamos promover en casa o el trabajo con posturas sostenidas, confortables, cálidas y pacientes. Como simplemente tumbarnos en el suelo y taparnos, calentitos....

Algunos síntomas de que la relajación se está activando: descenso del ritmo cardíaco, relajación muscular, disminución de la presión sanguínea, respiración más lenta, ojos cerrados y relajados, pensamientos sosegados... ¡Ánimo, vais bien! Y si no, esperad un poquito más ¡suele funcionar!...

Aquí os dejo una preciosa secuencia restaurativa de Yoga Journal

 
El próximo taller de Yoga para el Descanso y el Sueño será el 23 de Febrero en Madrid 
+ info