En el otro lado (quizás hablando más de un cubo de que de
una moneda) reconozco en mi el
carácter esponja. Allá dónde uno se apoya, se moja. Y si donde nos apoyamos hay
lodo, polvo y pena, eso es lo que los poros integran.
Así pues, como dicen los expertos en coaching y éxito, sería
fundamental que dejaramos entrar y acompañar nuestra vida sólo aquello que
refleje nuestras mejores aspiraciones, y nuestros más saludables sueños y
ambiciones. Vale, esto es lo perfecto.
Y ¿qué hacemos ante la inevitable incomodidad* que nos crean personas y situaciones que no queremos absorber pero que están encima de nuestro ser-esponja?
Para este y muchos casos el budismo aparece con sus cualidades elevadas y prácticas inteligentes: observa, reconoce, nombra y deja marchar. Así, cuando mi ser-esponja se apoya en tierra densa y descuidada, puedo yo dejar abiertos los poros que absorbieron, para dejar salir el peso ajeno.
A mi me sienta especialmente bien mover el cuerpo (que para
eso existe). Nuestro territorio corporal no existe sólo para albergar unos
órganos y dar casa a la mente. También es una herramienta: necesita que la
engrasemos con el movimiento, que la revitalicemos con la respiración y que le
demos tiempo y cariño cuando se estropee.
Sí, dije TIEMPO. El tiempo no es como las braguitas viejas que tenemos al fondo del cajón y no tiramos ni usamos. Es el propósito firme de correr con el cuerpo (el corazón lo agradece) y caminar lento con la mente.
Para promover estos ritmos complementarios dejo aquí unas sugerencias invernales:
· Para el cuerpito:
- Paseo de 20 minutos (con ritmo y sin
prisa)
- Yoga físico:
- 5 saludos al sol (con variantes creativas). Lento al principio, a buen ritmo al avanzar.
- Plano inclinados (tablas): 3 veces durante 5 respiraciones cada una. Con antebrazos en el suelo si tus muñecas sufren.
- Utkatasana-Uttanasana (Silla- Flexión de pie sobre las piernas): 5 ciclos, inhalación Utkatasana-exhalahación Uttanasana, muy despacio.
- Utkatasana con torsión (silla con torsión, cualquier variante que conozcas): 4 respiraciones a cada lado.
- Anjanejayasana variación (Postura de alerta con rodilla posterior en el suelo y brazos estirados al cielo, esternón al cielo también): 6 respiraciones en cada pierna.
- Virabhadrasana III: 5 respiraciones en cada pierna
- Malasana (Cuclillas): 2 minutos (si la zona anal está delicada poner un cojín bajo los gluteos y para todos una manta bajo los talones)
- Sethu Bandhasana (Puente): 3 veces, 5 respiraciones cada una. Podéis hacer khumbaka (retención) al final de la inhalación y contraer el suelo pélvico si conocéis esta práctica)
- Viparati Karani (o Sarvangasana si la postura es habitual): 3 minutos
- Torsión supina (la que conozcais o queráis): 7 respiraciones de cada lado
- Bebé feliz (3 minutos)
- Savasana restaurativo (mantita bajo las rodillas y otra cubriendo el cuerpo)
· Para la mente: observar apegos y orgullo. Limitar la
credibilidad que le damos a lo que creemos necesitar y a lo que rechazamos con
pasión. Nada limita nuestra felicidad.
· Para las emociones: elegir siempre las compañías que
aprecian y valoran la vida, así como nuestra personas. Agradecer lo que tenemos
y amarnos.
· Para el espíritu: Quitarnos importancia. Reconocer la rueda
que marca la vida con el nacimiento y la muerte. Honrar la vida que tenemos
ahora.
Hasta que nos encontremos ya sabéis que podéis escribirme, llamarme o pensarme. Siempre contesto.
* Hablé de esto en el post del 10 de Enero