B.K.S. Iyengar |
He leído al maestro Iyengar, lo suficiente para amarle y respetarle mucho. Y durante largo tiempo he deseado practicar siguiendo sus principios de alineamiento, su visión del Yoga. Pero, como en el amor sentimental, en el aprendizaje cada cosa llega cuando se dan las condiciones adecuadas.
Esta tierra nueva mía, que es mi océano de paz; Ibiza blanca y negra, azul y selva, me ha traído a la persona que podía darme la mano en este camino.
Envuelta en la sabia y dulce María busco en mi cuerpo articulaciones, músculos y líneas. Me agoto sin moverme, y mi cerebro no llega a mi cuerpo.
Quizás resulte incomprensible que después de años de Vinyasa y Yin Yoga sufra tanto. Pero ¡es que soy principiante y me gusta serlo! Y me gusta aprender todo desde otra perspectiva, cuestionarme las cosas, sin torturarme, sentir mi nuevo cuerpo torpe y denso ... Y me gusta sumar todo eso, en vez de restar o criticar, a lo que sé, a lo que olvidé, a lo que seré...
A todos, mis bonitos amigos e incomparables maestros, os dedico esta ignorancia mía, nueva y reluciente.