lunes, 22 de septiembre de 2014

Yoga emocional

       Los últimos dos días he tenido el placer de escuchar una entrevista al Dr. Bradley Nelson, autor the The Emotion Code, y he comenzado a leer su libro.
Empiezo citando:

Life is about having joy. It’s about increasing our ability
to give and receive love and it’s about gaining all the
knowledge we can. It’s also about serving others, feeling
grateful for all we have, and learning to create the life
we want.

Trapped emotions make it more difficult for us to
experience these joys and tend to short-circuit us both
physically and emotionally.

       No he alcanzado las sutilizas de haber profundizado en su trabajo pero he comprendido, en resumen, que existen emociones que se quedan atrapadas en el cuerpo y evitan que desarrollemos nuestra vida con plenitud.

Estas emociones se pueden detectar en el cuerpo como bolas de energía (perceptibles electromagneticamente y a través del subconsciente), y tienden a alojarse en las áreas débiles, o simbólicas respecto al trauma que las ha provocado. Pueden ser recientes o muy antiguas, incluso previas al nacimiento.
Para los incrédulos y escépticos del lenguaje energético puedo animaros a reducir las resistencias.
Puede ayudar tener en cuenta que actualmente la mayoría de la comunidad científica occidental, reconoce que el cuerpo son formas e impulsos energéticos, no sólo eléctricos (cargados de información). Vamos, que  somos más energía que materia.... Podemos leer un poco sobre física cuántica y el mundo subatómico, para comprender mejor el concepto de energía...

       Esto os lo cuento porque últimamente estoy teniendo la oportunidad de experimentar y empiezo a poder confirmar mis hipótesis con abundante experiencia directa.
Mi método pedagógico avanza y se define en la siguiente línea.

Tengo la teoría de que cuando movilizamos la energía muscular accedemos sobre todo a las capas y estados de la mente.
Y que cuando accedemos al tejido conectivo operamos fundamentalmente sobre el tejido emocional.
Igualmente, como el Yin y el Yang, depende de la perspectiva, pero estoy usando esta plantilla para trabajar en privado con algunas personas en lo que empiezo a considerar que es casi Yoga Coaching.

Para los que tengáis algún prejuicio con esta moderna profesión del coaching permitidme aclarar que coaching significa, entre otras cosas, acompañar, instruir y entrenar a una persona para desarrollar habilidades específicas.

En realidad yo pienso que las habilidades específicas salen a la luz cuando el cuerpo y la mente son liberados de sus cargas, memorias, prejuicios y memorias invalidantes.
Así que mi objetivo no es entrenar, sino desentrenar a las personas de sus inercias físicas, mentales, emocionales o espirituales que puedan estar actuando como murallas .

Por un lado modificamos la bioquímica produciendo experiencias de bienestar a través de diferentes prácticas físicas (Yoga Dinámico, Yin Yoga y Yoga Restaurativo).
Por otro, con un acompañamiento consciente, vamos liberando las cargas emocionales que impiden la experiencia plena de la vida, y se alojan en el subconsciente y en el cuerpo.

      Utilizo el Yoga Dinámico para ayudar a las personas a recobrar la confianza en su fuerza interior, desarrollar su determinación y despertar la integridad de su arquitectura. No intento modificar el cuerpo de nadie, partiendo de la perfección presente del ser que tengo frente a mi.

Me limito a observar la postura del cuerpo y los músculos faciales para ir marcando la dirección anatómica del trabajo, cuyo objetivo es la sensación de libertad.
Utilizo saludos que movilicen las articulaciones, despierten la respiración consciente y suban un poquito el ritmo cardíaco.
Luego asanas más o menos intensas para la fuerza, la flexibilidad, la resistencia y el equilibrio.

Cada vez le doy más presencia al Yin Yoga, desde mi lugar de estudiante comprometida, pues lo considero fuente de grandes alegrías tras la liberación de las tensiones ancestrales del tejido conectivo; articulaciones, fascia...
Siento que es muy efectivo para cambiar actitudes mentales inconscientes y emociones sepultadas.
Además de ser una manera directa de afectar a los meridianos y trabajar sobre órganos específicos.

Por último intento siempre integrar el concepto de Yoga Restaurativo, bien con una o varias posturas que den un soporte integral al cuerpo y refuercen la sensación se protección y seguridad, así el sistema nervioso puede hacer su alternancia necesaria para la relajación profunda y todos sus beneficios (insomnio, estrés, y un largo etc...).

Os ánimo a probar esta fórmula/ccoktail/terapia vosotros mismos, y ver qué tal os sentís: 

- Empezad la práctica con respiraciones conscientes o algún mudra (bien sentados o tumbados).
- Continuamos con Vinyasas (Secuencias dinámicas) de suelo para despertar al movimiento y la respiración.
- Seguimos con Vinyasas de pie (Saludos) que integren las posturas para nuestro objetivo del día (caderas, piernas, pecho, brazos,...). Si no hay tema podemos centrarnos en posturas de pie y equilibrio.
- Posturas de suelo (desde cuclillas hasta flexiones de columna y caderas).
- Yin Yoga (entre 3 y 6 posturas generales o específicas por meridianos)
(Consultad la web de Bernie Clark, llena de recursos: Yin Yoga)
- Yoga Restaurativo (postura invertida en la pared y alguna apertura de pecho).
- Savasana (mínimo 10 minutos)

Dejo aquí una secuencia de Yin Yoga para meridianos de Bazo y Estómago que son los que viene bien trabajar al final del verano, de la web Vyana Marie Yoga...

Os deseo unos felices experimentos....

http://vyanamarieyoga.com/2013/09/23/week-fifteen-yoga-spleen-stomach-meridians