miércoles, 25 de mayo de 2016

Estimular nuestro tapas

       Tapas es el nombre sánscrito para calor. Para los yogis la práctica regular es lo que aporta al cuerpo la fuerza y la resistencia para soportar el desgaste al que está sometido. La clave, según Patanjali, es la práctica regular.
Tapas, el fuego, o la dedicación que mantiene viva la práctica, es lo que nos mantiene practicando, incluso cuando no nos apetece o sentimos pereza.

       Si dominar este arte de la constancia parece demasiado, no hay que preocuparse, pues el propio yoga es una disciplina que viene con las herramientas que ayudan a mantener la disciplina.
Este arte luego se extiende a otras áreas de la vida, llenándola de satisfacciones y éxitos verdaderos.

Hay algunas posturas que son especialmente ideales para activar tapas.

      Hoy hablamos del perro boca abajo; estrella en el firmamento, luz para la mente.

Mantener esta postura, con respiración simétrica (misma duración en inhalación que en exhalación), incluso usando ujjayi si es de tu gusto, puede retirar esa nube física y mental que nos separa de nuestra acción apasionada y constante.

Si lo necesitas, calienta un poco tus hombros y espalda primero con movimientos de gato/vaca.
Entra en la postura dándole prioridad absoluta a la integridad de tu columna. Si sientes que la zona baja de la espalda se redondea dobla tus rodillas y levanta tus tobillos. También presta atención de no crear un tobogán en la columna, manteniéndola larga.

Respira aquí todo el tiempo que puedas, y cuando sientas que es demasiado ¡sigue 30 segundos más! Dominando así no sólo el calor de la motivación desde el cuerpo, sino también desde la mente.

Feliz día, feliz mañana, feliz postura, feliz fuego a todos.