domingo, 2 de febrero de 2020

Enseñar yoga hoy (1): Desafíos y placeres de la enseñanza contemporánea de yoga


Nueva serie de artículos para apoyar e inspirar la enseñanza de yoga

Aquí y ahora estamos, como gremio, como colectivo y como agentes sociales. Las generaciones actuales de profesores de yoga representamos la evolución viva del yoga. Esa evolución puede ser una mejora, en algunos aspectos, así como puede ser una pérdida en otros aspectos. En cualquier caso, el mundo avanza y eso es imparable, quedarnos parados nosotros sólo nos dejará estáticos y desorientados. Lo más saludable es caminar y crecer con el mundo, tomando lo mejor de sus avances, y evitando lo peor de su cultura. 

Este panorama no implica que sea necesaria una homogeneización de objetivos o estrategias. Como siempre, en una disciplina, en todo momento, caben las interpretaciones más clásicas así como las más modernas. En todas las ciencias han convivido siempre los que seguían la escuela precedente y los que daban nacimiento a la siguiente. La convivencia armoniosa de lo clásico con lo moderno favorece una evolución sana. Más que contradicciones, hemos de aprender a ver interpretaciones, expresiones u objetivos diferentes.

En esta serie de artículos quiero cubrir aspectos prácticos de la enseñanza de yoga, cosas que están vinculadas a nuestra actuación como profesores de yoga en los diferentes contextos que encontramos. Me gustaría dedicarle cariño y mirada inteligente a la evolución en las formas y los fondos del contexto en el que los profesores de yoga desarrollan su tarea de enseñar, y los estudiantes su tarea de aprender. 

¿Qué es enseñar yoga hoy?

Para mi, enseñar yoga hoy es una aventura, un privilegio, un desafío, un placer, un riesgo, un compromiso y una gesto de libertad. Si en algún momento sentimos que es una carga, una frustración, una injusticia, una desmotivación, una rutina o una precariedad, estamos obligados a revisar nuestra enseñanza (tanto a nivel práctico como a nivel de concepto y objetivos).

Desde este lugar, y entendiendo las polaridades naturales de la situación, podemos empezar a abordar cuestiones prácticas sobre cómo resolver y cómo ser creativos en diferentes contextos propios de nuestra posición en la dimensión social.

Lo primero que hemos de saber es que no todos tenemos los mismos objetivos, y así debe seguir siendo. No todos queremos dedicarle el mismo tiempo a nuestro trabajo, ni todos queremos impactar al mismo tipo de públicos, ni ganar las mismas cantidades de dinero, ni saber el mismo tipo de cosas ¡ni mucho menos enseñar lo mismo! Partimos pues, de un contexto en el que asumimos la diversidad en objetivos, dedicación y expectativas. 

Éxito y felicidad

Qué significa realmente el éxito es una definición que cada uno debe hacer para sí mismo. Para mi el éxito es felicidad, y lo represento en equilibrio, salud, satisfacción, contribución, propósito, motivación, conexión y serenidad. Así como valoro y necesito el confort, también tengo una definición personal del confort.  Yo lo encuentro en vivir en la naturaleza y tener tiempo para estar con mi familia. No necesito hacer grandes viajes ni tener los vehículos más modernos, intento que  mi día a día sea lo más parecido posible  a estar ya en mi vida ideal, experimentando y fomentando las cualidades con las que defino la felicidad. 

No todos los días siento que tengo éxito en estos términos. A veces mi salud o mi equilibrio fallan, y tengo períodos difíciles como todo el mundo. Uso estas definiciones para guiarme y recordarme la dirección de mis acciones, y sé que eso me mantiene paciente en las etapas que no son fáciles. A este respecto quiero compartir esta ilustración llamada "La ilusión del iceberg" de @sylviaduckworth. Ilustra lo que no se ve y se encuentra en la base del éxito, con lo cuál estoy muy de acuerdo. Me baso en este tipo de acciones para cultivar mi éxito ¡mi felicidad!

.

Suelos comunes

Igualmente, e independientemente del tipo de éxito que cada uno necesite, debido a que nos  movemos en suelos comunes, encontraremos similitudes en algunas situaciones. Dar clases de yoga será una experiencia común para todos nosotros, y de esa experiencia compartiremos algunos de sus desafíos y oportunidades. La mayoría de estos desafíos surgen no sólo del acto pedagógico en sí, sino del encuentro humano y sus interacciones. Por eso trataré temas como: hacer suplencias, encajar las críticas y opiniones, la atención a alumnos avanzados, interpretar los fracasos, reconocer nuestras ambiciones, cuidar al alumnado, la integridad y la ética, y otros temas de esta índole. Para hoy, y para introducir la serie, sólo quiero dejar un tema más tratado. 

¿Qué necesitamos para enseñar yoga hoy?
Desde mi punto de vista las cosas se pueden llegar a simplificar a lo esencial, y luego ampliar hacia matices y aspectos más complejos. Por eso quiero resumir en cuatro puntos cuáles son las necesidades principales para enseñar yoga hoy:
  1. Conocer nuestra disciplina lo mejor posible.
  2. Conocer los valores y hábitos de la sociedad en la que nos desarrollamos.
  3. Conocernos a nosotros mismos.
  4. Estar dispuestos a navegar en lo desconocido para aprender, arriesgar, indagar, experimentar y crecer. 
Sobre estos puntos construiré los artículos y los temas que trataremos. Estaré encantada de recibir vuestras sugerencias y peticiones para mantener esta serie viva y útil. En el próximo artículo trataré el tema “Cómo liderar una clase”; su significado y algunas estrategias prácticas.

Serie de artículos sobre Enseñanza Inspirada 

Para los que no habéis leído la serie de artículos sobre Enseñanza Inspirada podéis descargarlos todos agrupados en mi primer libro digital en este link: Enseñanza Inspirada


Hasta la siguiente, mucha inspiración y éxito para todos.



Toda la información de mis eventos en inglés y castellano en www.samyamayogaibiza.com.
Inspiraciones frescas en Instagram y Facebook @samyamayogaibiza