miércoles, 15 de febrero de 2017
Dispersión y localización
En términos energéticos es necesario acostumbrar a la mente a las tareas de dispersión y localización. Sobre todo actualmente, ya que el multitasking es parte implícita del modus vivendi contemporáneo.
Observando, vemos que cada persona encuentra retos diferentes. Sin embargo, todos hemos de resolver, con elegancia y salud para nuestro sistema nervioso, el hecho de atender a varias tareas de diferente naturaleza a lo largo del día.
Por un lado, está la noble tarea de cuidarnos, alimentarnos, escucharnos y sentirnos, para saber quienes somos, y así desplegarnos con belleza en el mundo. Es decir, hemos de hacer una previsión cotidiana de nuestros talentos y dones, y encontrar la manera de ofrecerlos al mundo; para nuestra satisfacción personal, y alegría de los demás.
Por otro lado está la tarea, imprescindible también, de cubrir nuestras necesidades en el mundo de la materia. Lo que respresenta esta necesidad viene definido por el mundo en que hayamos nacido, y nuestros propios valores y ética personal. Es una tarea de discernimiento que se vincula a la de supervivencia, y ha de ser tratada con mucho respeto. Comer es tan importante para nosotros como para los demás. No olvidar nunca que todos estamos en busca de seguridad y supervivencia hace la comunicación con los demás más fácil, equilibrando ambición y compasión.
Por último, y muy importante de integrar en este mapa, está la tarea de dar amor y recibirlo. Es tan necesaria como respirar, y forma parte de una vida saludable, placentera y plena. Para cubrirla hay que dar grandes espacios en los que poder deleitarnos, y dedicarnos a cultivar este jardín íntimo en el somos vulnerables y permitimos a los demás serlo. El lugar del amor debe ser confortable y seguro, abierto y libre de prejuicios.
Aunque suena muy apetecible localizar nuestra atención en una sola de estas tareas, normalmente hemos de dispersar nuestra atención para tenerlas todas atendidas con propiedad. En el camino, muchas veces, se siente que el recurso energético que permita hacerlo todo se agota. Como si la vitalidad se riñera con la exigencias del día a día.
Fomentar un sistema nervioso sano y equilibrado es una de las puertas o recursos necesarios para poder hacer esto, disfrutando del camino. Una vida equilibrada requiere de un sistema equilibrado que permita a nuestra atención localizarse y dispersarse cuando es necesario.
Observar la respiración a lo largo del día, reducir la anticipación de eventos negativos, aumentar la expectativa de elementos positivos y vivir en la verdad de mi corazón es lo que a mi me ayuda.
Y amaros y amarme ¡esa es mi gasolina!