Nuestro cerebro tiene a sus espaldas un proceso de evolución de 2,5 millones de años. Este tipo de cifras, como las de la era de los dinosaurios o las distancias a las estrellas, siempre me marean un poco. Sin ninguna duda, el paso del tiempo va modelando las herramientas ¡y una de las más importantes la llevamos dentro de la cabeza!
Estamos programados para sobrevivir, por eso tendemos a buscar la seguridad y lo conocido, pero ésta es sólo una parte del programa. También estamos programados para expresar las capacidades que este cerebro tanto tiempo ha estado desarrollando:creatividad, comunicación, conexión, lenguaje, pensamiento abstracto,... Nuestro cerebro ha evolucionado, entre otras cosas, para adaptarse a la mayor complejidad de nuestras sociedades. Y, en el proceso, hemos salido ganando en muchos sentidos ¡y no sólo una cabeza más pesada!
Mantener nuestro cerebro lo más sano y activo posible es una responsabilidad y un placer. Personalmente sigo algunas prácticas diarias, hoy quiero hablaros de cinco de ellas:
1. Hacer cosas incómodas o que me dan pereza y son importantes (para reducir el control de la parte primitiva del cerebro, reducir el miedo y la ansiedad).
2. Ofrecerme a mí misma desafíos de aprendizaje intelectual, emocional o físico (favorecer lo más sofisticado de mi neurología).
3. Practicar meditación (¡limpia y ordena todo mientras yo me estoy quieta con los ojos cerrados!).
4. Desarrollar relaciones de calidad con las personas que me rodean (activar las zonas del cerebro que se ocupan del amor, la compasión, la empatía, ...).
5. Leer cosas que me inspiran y me ayudan a comprender el mundo de fuera y el de dentro (¡incluso si a veces me siento aún más perdida e ignorante!).
Me gusta enseñar yoga porque me mantiene activa a nivel neurológico. Simplemente mover el brazo o la pierna ya es una actividad cerebral. El cerebro tiene que decirle al cuerpo qué quiero mover y cuánto y hacia dónde. Considero el movimiento una de las formas más eficientes para mantenerse joven. Por supuesto que favorecemos a todo nuestro cuerpo, pero lo que a menudo se pasa por alto es que reconocer la derecha y la izquierda, coordinar movimientos y mantener el equilibrio son destrezas neurológicas.
Para los próximos meses destino mi cerebro a la consolidación de las materias que impartiré en el primer módulo formativo de Mindful Vinyasa en Barcelona e Ibiza. En él incorporo diferentes áreas del aprendizaje y de la enseñanza con propósito de fomentar y alimentar nuestra neuroplasticidad. Este es el proyecto que más atesoro y mimo en estos momentos.
Todos los detalles sobre este módulo están en este artículo y más abajo en la agenda: Formación Mindful Vinyasa: Inspiración ética y alineamiento en Barcelona e Ibiza
El resto de mi actividad podéis encontrarla en la agenda. Para los proyectos privados a nivel de formación o retiros podéis consultarme directamente, no aparecen en la agenda.
Si pasáis por Ibiza no dudéis en reservar plaza para un Yoga & Brunch en Amante Beach Club, imparto clases de Mindful Vinyasa frente al mar los Lunes, Martes, Jueves y Viernes hasta mediados de Octubre.
¿Qué más? Me encanta saber de vosotros. Agradezco mucho recibir vuestros mensajes con ideas, sentimientos, dudas y consultas. Aprendo cada día gracias a ellos, gracias a todos.