lunes, 6 de mayo de 2013

Ánimo, la vida es bella ¡vive libremente!

A todos nos gustaría ser perfectos; amados, venerados, admirados, honrados, valorados y envidiados.

Un camino largo y exigente que nos deja agotados, exhaustos, desmotivados, frustrados y deconcertados.

 


Imposible es gustar a todos.  
El desapego y la consciencia nos ayudan a sobrellevarlo.
Desde el nacimiento buscamos el amor.  Éste se manifiesta en forma de alimento y protección primero, y posteriormente en forma de comprensión, juego, reconocimiento.

Llegamos a la vida adulta aún en pánico de soledad y abandono.
Y no hablo de dramas. Aún así, si nos preguntan, somos felices.
Pero ¿y si ademas de valorar nuestra vida fueramos verdaderamente libres interna y externamente?
Identificarnos con lo que hacemos, decimos y mostramos conlleva un ligero estado de tensión subyacente en todo. Tensada la vida, hacia nosotros, tensada, hacia los demás.
Mostrando lo bello, escondiendo lo feo, paseamos por las avenidas de la vida. A movimiento de cadera discreto y directo.

Si algo no te funciona, vuelve a intentarlo. Experimenta, dale tiempo a la vida.  

Si aún así no te funciona, ábrete a otras fórmulas.
Si el modelo propuesto de vida común por la sociedad no te pone guapo y contento, busca otro. Si tienes miedo a sentirte discriminado, tienes miedo a la libertad.  

La libertad implica ser diferente (porque es derecho y obligación de todos). 

En este sentido el yoga es un instrumento, un medio y un fin para todos los pasos hacia ese estado.

Primero, en la torpeza y en la búsqueda, encontramos nuestra respiración.
Después, en la ingenuidad del cuerpo, encontramos la sensibilidad.
Más adelante, en la danza de la mente, encontramos el ciclo de la vida; el nacimiento y la muerte de los pensamientos. Todos pasajeros y anfitriones de este viaje al mundo de maya*.
De repente, se serenan las fluctuaciones con el gran instrumento para el cambio: la meditación.
Y empieza a oler a libertad... 

Mmmmmmmm.... ¡Qué rico!
 

"Sigue, vas bien." **














*  Ilusión

* * Me dijo un amigo-maestro hace poco. Hoy, escribiendo esto ¡por fin lo he entendido!