miércoles, 20 de noviembre de 2013

Yoga, acción... ¡karma!


     Dicen que algunos españoles tenemos la autoestima un poco baja, y nos cuesta defender lo nuestro. Mi primera pregunta es ¿qué es lo nuestro? “Pues el producto nacional, lo que sabemos hacer, nuestra cultura y economía… “ - me dicen… Mi siguiente pregunta es – “Si algo es nuestro ya ¿por qué hemos de defenderlo? ¿y de qué?”.  De verás, no es por molestar que hago tantas preguntas, es que no lo entiendo… Qué necesidad de apropiarnos de nada ¡si estamos de prestados y regalados desde que nacemos hasta que morimos! 

Hay civilizaciones que se han resistido a esto y se han enterrado con sus tesoros, pero eso sólo dio alegrías pasajeras a los que los encontraron después… Desde luego eran culturas con la autoestima muy alta ¿o eso es apego? Bueno, es difícil valorar en tono de humor la concepción de la muerte que tienen los demás… No es mi intención ofender…
El Bhagavad Gita dice:  “Yoga is Skill in Action”. Entonces, si yo vivo en yoga, me pertenecen exclusivamente mis habilidades y mis acciones; una colección de museo o biblioteca, según el caso...

   Quizás si tuviera la autoestima más alta defendería mi derecho a la iluminación. Pero yo la descarté hace mucho. Observé mi paisaje y mi ser. Observé mis habilidades y mis acciones, y pensé: “Más vale que me concentré en un par de cositas que aquí hay una buena labor.” Y, como el que reparte el trabajo de un equipo, decidí ocuparme en esta vida de mis habilidades y acciones, y quizás en las siguientes mis habilidades y acciones se ocuparán de mi iluminación.
Atención, digo habilidades y acciones… No me pertenecen el resultado de mis acciones. Aunque soy responsable de ellas, pues sí me pertenecen las acciones… Aysss…. Qué lío ¿no?... Y qué interesante ¿verdad?...
En la amplísima literatura del yoga podemos encontrar documentos y argumentos para casi todo. De ahí que cada uno deba indagar y rescatar los elementos valiosos y comprensibles para su propia vida y caminito. En los momentos difíciles y emocionalmente exigentes se enciende en el ser humano el dispositivo de huida. Me aislo, huyo, me libero de mis responsabilidades, deshago mis compromisos…  Sin embargo, un camino muy transitable y agradecido y que cambiará las dinámicas vitales es el del Karma-Yoga (Yoga de la Acción).
Si nuestra postura corporal y alineamiento modifican nuestra conciencia… ¿qué harán nuestras posturas verbales, emocionales y de acción en nuestra conciencia?
    Nuestro cerebro cambia notablemente su actividad si pasamos de tumbados a de pie. Se pone alerta, más atento. Así pues, si en vez de estar tumbados y huir, nos levantaramos y activaramos para resolver y actuar ¿no estaría más atenta y despierta nuestra conciencia?

Volviendo al Bhagavad Gita:
“Not by abstention from actions does a man enjoy action-trascendence, nor by renunciation alone does he approach perfection.” (3.4)
No encontré traducción al español que me guste tanto con esta en inglés de G. Feurstein, que dice, más o menos: “No es mediante la abstención de la acción que el hombre  la trasciende, ni a través de la renuncia aislada que alcanza la perfección”.
    Se dice que el objetivo del Karma-Yoga es “la libertad en la acción”. Esta libertad se da al sacrificar en la acción el ego, con sus deseos, identificaciones y expectativas. Tras la acción del Karma-Yogi realizado no hay un autor, o quizás podríamos decir que el autor es la naturaleza, o la vida.
Karma-Yoga es sobre la libertad en la acción, o la trascendencia de las motivaciones  del ego.
Quizás un enfoque más para la comprensión del Yoga de la Acción (desinteresada, pura, y que regala sus frutos al universo).

Ufffff ¡qué liberación!

* Ilustraciones Sian Summer Hayes