sábado, 27 de mayo de 2017

Sugerencias para iniciar una práctica de yoga

      Cuando queremos iniciarnos en algo, lo que sea, es muy agradable que alguien nos dé unos cuantos consejos sabios surgidos del ensayo personal. He escrito este texto por encargo para otro blog, espero os sea útil... 


5 TIPS PARA EMPEZAR UNA VIDA YOGI
por Diana Naya de Samyama Yoga


1. BUSCA UN PROFESOR QUE TE INSPIRE.
Bien sea para iniciarte o para profundizar busca a las personas íntegras y honestas que quieres que te acompañen en este viaje. Tu profesor o profesora ha de ser alguien que te inspire y que pueda, en este momento, darte lo que necesitas (motivación, confianza, seguridad, curiosidad, técnica…). Quien elijas ha de ser un modelo de lo que enseña. Elige con tu corazón. 
La amabilidad es una de las cualidades más necesarias de un buen profesor, todo practicante progresa más y mejor si se siente respetado y apoyado en sus grandezas y limitaciones.

2. SE TRATA DE APRENDER, NO DE SABER.
Aprender es una tarea que refina progresivamente nuestra atención y nuestras habilidades. Lo natural es evolucionar poco a poco, consolidando cada paso para que sea completo y estable. ¡En el yoga tener prisa no sirve de nada! El cuerpo y la mente se van entrenando paulatinamente, y los frutos siempre aparecen. Técnica y libertad son el resultado de una tarea paciente y consistente. Estos dos frutos, y muchos otros, hacen el camino dulce y apetecible. La mente del principiante es la que asegura que estaremos siempre aprendiendo y no nos quedaremos estancados ¡mantenla siempre! La frustración es la gran enemiga del progreso ¡mantenla a raya!

3.  LA PRIORIDAD ABSOLUTA ES SIEMPRE LA RESPIRACIÓN.
Aunque lo más llamativo son las posturas físicas, lo más importante es lo que les da la vida: la respiración. Si mantienes una respiración lenta, estable y regular mientras aprendes y avanzas en tus posturas, el cuerpo se irá abriendo y la mente ganará claridad. Un movimiento saludable y amplio del diafragma regula el sistema nervioso, asegúrate de que permites que tu inhalación profundice hacia el abdomen y no quede atascada en la zona del pecho. Usa la exhalación para conectar la fuerza del suelo pélvico y del abdomen, asegurándote de que vacías bien los pulmones. La respiración voluntaria es un movimiento que requiere de la colaboración de varios músculos. Estos músculos ganan flexibilidad y fuerza con el tiempo ¡dedícales toda tu atención y cariño!

4. ÁMATE Y TRÁTATE BIEN.
Si bien el profesor es fundamental, solo tú sabes si estás sintiéndote bien mientras aprendes y practicas. Así como el esfuerzo es una muy saludable actitud, el exceso nunca lo es. Practica una exigencia amable, no dejes que la pereza te derrote y asegúrate de que aflojas toda postura en la que sientas dolor. A veces es difícil distinguirlo, esta sensibilidad se entrena. En nuestro deseo de mejorar podemos empujar al cuerpo innecesariamente; esto ocurre más cuando la mente se pone tensa y crítica. Amarte y tratarte bien implica que estás dispuesto a disfrutar mientras aprendes, sin compararte y agradeciendo lo que tienes.

5. LA RELAJACIÓN ES FUNDAMENTAL.
Integrar los beneficios del yoga requiere de espacios y tiempos destinados al silencio y la quietud. Por eso al final de cada práctica es necesario dejar un tiempo para estar tumbados cómodamente durante al menos cinco minutos, e idealmente diez o quince. Incluso si sólo quieres ponerte en forma, la regulación del sistema nervioso es imprescindible para una sensación integrada de bienestar y felicidad. Durante el tiempo dedicado a la relajación imagina que tu cuerpo está segregando las medicinas naturales que te ayudan a reparar y renovar tu fisiología. Nunca lo consideres un tiempo perdido, incluso aunque la mente esté inquieta el cuerpo está haciendo su trabajo. Con el tiempo, la relajación será la parte más preciosa de tu vida. Cuando estamos relajados nuestra eficiencia, claridad mental y empatía aumentan de manera drástica.  

En resumen, no podemos para las olas pero podemos aprender a surfearlas. 

¡Y el yoga puede enseñarnos!