domingo, 13 de enero de 2013

Si crees que el yoga es aburrido...

      Me consta que muchas personas se sienten desmotivadas y desinteresadas por el yoga ante su apariencia tranquila y pasiva. Y lo comprendo.

Siendo el yoga ciencia de contemplación, estudio y contento, apenas queda espacio a la vista para la estética de la risa. Sin embargo, de todos los grandes maestros encontraremos fotografías en las que ríen a carcajada abierta y generosa; cegados por el encantamiento de la vida, que penetra y se expande hacia fuera de todos los seres que encuentran la paz en sí mismos.
     Para aquellos que encuentran el yoga aburrido, lento o poco estimulante, puedo decirles que la práctica del yoga no es precisamente pura diversión, tal cual la entendemos comúnmente. Lo que sí puedo prometer, si la paciencia empapa nuestro empeño, es un estado de gozosa parsimonia cargada de rotunda alegría. De la cual, inevitablemente, se deriva la risa. Que no es lo mismo que la diversión.

     La risa es en este caso la de los niños, los ancianos, los sabios. La risa suelta y relajada que mueve el abdomen y el resto del cuerpo relajándolo a su paso, suavizando facciones faciales, irrigando al cerebro de desconcierto sin pensamiento. En ella olvidamos lo que queremos ser, y simplemente somos. Y me nace la risa, simplemente escribiendo esto.  Pero claro, no me estáis viendo. 


     Recurro a un poco de estudio para el soporte conceptual. Y para que veais que no sólo me río, que también abro libros (mientras sonrío).
Encontramos en las escrituras clásicas del yoga dos conceptos de base que desde mi punto de vista pueden traer luz a estas reflexiones.
Santocha: es el segundo precepto de las propuestas de disciplina individual que se denominan Niyamas (Yoga Sutras). Representa el arte de estar bien, independientemente de las circunstancias externas. La capacidad de contento ante cualquier evento de la vida. No es resignación, ni estupidez. No tiene nada que ver con los estados eufóricos o alterados. Es la inteligencia profunda que nos guía hacia el desapego como forma de libertad, y nos ancla en el agradecimiento hacia lo que tenemos y somos. Para mi representa la habilidad de sonreír al sol y las nubes, a los valerosos y a los necios, a la abundancia y la austeridad… Significa respetar el orden del universo, aún ignorando sus manifestaciones en nuestro micromundo. Es renunciar a la lucha y la rebelión, y afianzarnos en el propósito y la determinación pacífica.
Ananda: No debiera desprenderse de su contexto, que es SatChitAnanda (estado integrado del ser). De este contexto deriva el significado fundamental de Ananda, que es dicha. Algunos traductores hablan de gozo, bendición,… Cada uno encuentra su manera de entenderlo y representarlo. Aunque lo fundamental es experimentarlo; el estado de absoluta perfección y armonía con el entorno.
¿Quién no reiría como un niño ante esta experiencia?  
Yo, me reiría de las tonterías que he hecho y la de tiempo que he perdido queriendo impresionar al mundo con mis actos… Y del puro gozo de librarme de la ignorancia que me separa de los demás….
     Bueno, de todas formas, hasta que lleguemos a este estado integrado ¿no es divertido ponerse un pie detrás de la oreja? ¿subir sobre las manos nuestro cuerpo? ¿sentarnos con la ingenua idea de contemplar el pensamiento mientras mentalmente hacemos la lista de la compra con cara de iluminados? 
Quizás estos sean los mejores momentos para reirse, y soltar la autoimagen y el juicio...  ¿o acaso pensábamos parecer siempre perfectos? A mi ¡ya me han pillado muchas veces! "Ayyyy, menuda yoguini estoy hecha", me digo en esos caso ¡y practico la risa!

Gracias a todos, por ser tan hermosos y divertidos.