Pleno agosto en Ibiza. Yo soy Madrileña, así que tengo grandes memorias de calor. Afortunadamente he pasado muchos veranos de mi vida fuera de la ciudad, pero eso era en las épocas de estudiante.
En las épocas de inmersión laboral pude explorar los agostos en Madrid. Con ese calor secante y agobiante, el asfalto evaporándose, seres humanos húmedos y apretados,...
Poco sabía yo entonces de cómo se pueden contrarrestar los excesos o defectos de temperatura del entorno. Con el ardor de la juventud y la necesaria ignorancia... Todos manteníamos una vida similar a la del invierno ¡incrementando la actividad según aumentaban las horas de luz! Ansiosos de aire, tiempo libre, socializar.... Sin embargo, acompañando el disfrute, había un halo de cansancio e irritación...
Ibiza tiene otro flow. Por mucho calor que haga, la vida en la naturaleza es tan frecuente y abundante que siempre hay algún árbol hermano y piadoso cerca, algún baño salado, alguna piscina amiga... Y cuando cae la tarde, corre la brisa... En realidad sufren los que se exponen a horas fuertes de sol, los que viven en la ciudad o los que cayeron en un hogar caluroso y expuesto. Bueno ¡y los que van a los mercadillos!...
Lo que intento decir es ¡que se está muy divinamente aquí! No quiero dar envidia, sentimiento pobre y nada creativo. Creo que el bienestar se debe sobre todo al contacto permanente, intencionado y fácil con la naturaleza.
Por eso cada vez surge con más fuerza la dinámica orgánica que regula y nutre mi enseñanza.
Me siento impulsada a insistir en la necesidad de coordinarnos con los movimientos del entorno natural, aunque no los veamos.
Esto no es una idea original mía, muchos maestros han insistido en esto.
Existe en el cuerpo la cualidad del fuego, y ésta se ve activada en verano. Por ello aconsejo prácticas que traigan frescor, y regulen el calor interno. Con ellas evitaremos la hiperactividad, extenuarnos e irritarnos.
Podemos compensar la vida social, amplia y abundante en su oferta, con un poco más de meditación, contemplación o respiraciones refrescantes (sitali o chandra pranayama por ejemplo). También con paseos de paso lento al atardecer y al amanecer, conversaciones sosegadas, comidas frescas y ligeras, y un estado interno lleno de perspectiva e inteligencia.
En la práctica física, tal como voy compartiendo en los talleres y clases regulares, es fundamental encontrar la intensidad y la profundidad sin agitar ni sobrecalentar el cuerpo.
Además de torsiones suaves, posturas que den espacio en la zona de las caderas y los órganos abdominales, extensiones suaves, compresiones suaves del plexo solar,..añadir mucho yin & restaurativo por favor... También podemos incluir unos hermosos saludos lunares, para seguir en el flow, en el vinyasa, en la respiración....
Os dejos aquí tres versiones muy diferentes pero atractivas igualmente para que podáis explorarlas y, si son de vuestro gusto, integrarlas en vuestro espacio de práctica.
Moon Salutation (Eckhar Yoga)
Moon Shine (Shiva Rea)
Con el artículo de Yoga Journal: http://www.yogajournal.com/practice/2809
Chandra Namaskar (Godfrey Deveraux)
Le dedicaré un ratito a la semana a colgar prácticas o secuencias apropiadas, enriquecedoras y coherentes para el verano...
¡seguimos en contacto!
Para pedir prácticas temáticas anatómicas, energéticas o terpaéuticas escribidme por favor a diananaya@hotmail.com y las publicaré en el blog.