viernes, 6 de marzo de 2015

Bendito puerperio... Deseo y experiencia

      Aunque el tiempo es un aspecto de la mente ¡mi mente se ha quedado pálida al ver cuánto tiempo he pasado sin escribir! He pensado mucho en hacerlo... Sería ideal que lo que pienso se escribiera directamente en este blog, al cual mi corazón está muy unido. 
Sin embargo parece ser que el teclado necesita el calor de mis yemas, y mis ojos precisan acompañar estas letras que forman palabras.

      Pues aquí estoy... Yo no aparto moscas con el rabo, pero soy una vaca lechera. A voluntad, libre y feliz ¡no sé si todas las vacas pueden decir lo mismo! En resumen, soy una vaca sagrada, afortunada, bendita y feliz. Y más que mi mente es mi cuerpo el que marca el ritmo, al son de la crianza.

Mi querido ternerito ha superado ya los tres meses en ese cuerpo serrano que construimos juntos, a la humedad y el calor de Ibiza. Siam sonríe a la vida y le llora al sueño y al apetito. Respira bosque, canta ajo-ajo y se pone bizco para agarrar el vacío. Como dicta la naturaleza, madre como yo, no hay aburrimiento y el tiempo vuela huracanado.

      Aún así, sentí el impulso de iniciar mi nuevo proyecto. Se llama Yoga Coaching LAB. Es una fusión de experiencias y conocimientos adquiridos y vestidos en los últimos años (¡digamos desde que nací!). Ahora mismo estoy trabajando con algunas alumnas para las cuáles estoy diseñando unas prácticas a medida que serán rodadas en vídeo. Así podrán usarse como herramientas de transformación. Trabajaremos sobre la percepción del mundo a través del cuerpo, sin rodearlo ni evitarlo. Así mudaremos la piel, el hogar, el pensamiento y unas cuantas creencias alojadas en los tejidos vistos y escondidos del ser.

      A colación de esto, e independientemente, pensaba el otro día en cómo funcionamos desde la mente. Los usos y desusos que esto nos supone. Bien usada, pasito para alante. Mal interpretada, pasito para atrás. La mente, y las emociones que la siguen, nos orienta a veces hacia el objeto del deseo, lo deseado. El deseo, sin embargo, no es otra cosa que el futuro. Quiero argumentarlo...

Algunas definiciones de deseo:
1. Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo.
2. Cosa que una persona desea.

       El gran maestro Mooji dice "Nobody has ever experienced the future" (Nunca nadie ha experimentado el futuro). 

Entonces, si, como he sugerido antes, el deseo se orienta al futuro, podemos decir que el deseo no es experimentable. Podemos imaginarlo, soñarlo, pensarlo... En definitiva, el deseo es el futuro. El deseo es fuente de aversiones y apegos, obstáculos clásicos para la realización y la claridad.

      Y ahora... ¿qué es la experiencia? Para mi es la presencia, lo que ocurre, se vive, se respira, se siente... en el presente... El instante es experiencia. El aquí y ahora es experiencia.

Ahora pregunto... ¿cuánto tiempo al día le dedicas a pensar en tus deseos? (lo que te gustaría ser/tener, lo que anhelas/esperas del futuro, lo que quieres que se resuelva y cambie...).

Y ¿cuánto tiempo al día estás en la experiencia de la vida? (sintiendo tu respiración, atento a lo que te rodea, escuchando a quién te habla, mirando al cielo y al sol, sumergido en una melodía, ...).

Vamos a deshacer el nudo marinero que os he hecho... Si el deseo es el futuro, y la experiencia es el presente.... ¿Qué pasaría si eligieramos, por encima de todo, la experiencia? Quizás nos dieramos de bruces con una fuente de energía infinita... Quizás, pienso... ¿o lo deseo?

Mi invitación para hoy es: vive la experiencia, experimenta la vida, presencia tu presente, presenta tu respeto, alegría y amor aquí, al instante, a la instantánea enmarcada de lo que eres ahora. 



Sonríe... ¡te estoy haciendo una foto!